Aquí nada más, comenzando el mes de diciembre e intentando comprender una vez más el espíritu navideño que a todos embarga y se va tan rápido como llega. No crean que la crítica se trata sobre la Navidad, porque ese tema ya está más que tocado y para el que no lo haya leído, pues puede darse una vueltecita por la sección de "Los Viejos de La Xtabay" y encontrar allí dicha crítica y muchas otras anteriores. Ojalá que les guste a la mayoría y ya no me manden tantas cartas diciendo que estoy amargada, dolida o traumada, que me lo voy a creer. Un beso a todos los que me aplauden y a los que no, pues ahi se ven.
* Hay dos clases de peatones: los rápidos y los muertos.
* Cristo es el camino, el Papa cobra el peaje.
* De la lianaaaa, Chita! DE LA LIAAANAAAA...
* Lo que natura no da... la silicona lo soluciona.
* La Iglesia es tan buen negocio que hay una sucursal en cada barrio.
* Errar es humano, dijo el pato y se bajó de la gallina. Perdonar es divino, dijo la gallina y salió corriendo atrás del pato.
* Si no fuera por el matrimonio, el hombre pasaria su vida pensando que no tiene defectos.
* Un hombre exitoso es aquel que hace mas dinero
que el que su esposa pueda gastar.
Una mujer exitosa es aquella que pueda
encontrar un hombre asi.
¿Llegará Santa este año? |
Definitivamente, ¡hay gente sin complejos! |
Los complejos del yucateco
Hoy toca el turno a
cierta especie de yucatecos, los clásicos acomplejados que necesitan
un montón de estímulos externos para resaltar, porque no
pueden hacerlo por sí mismos.
Una de las actividades que le dan “status” al
yucateco, son las compras en el extranjero, no el hecho de comprar en sí,
porque la verdad, uno de los mejores placeres de la vida es comprar,
sino el hecho de decirlo. Lo importante es que todo el mundo se entere
de que fueron de compras y jamás mencionan que estuvieron cazando
ofertas, eso no da “caché”. Algo que tampoco mencionan
nunca, y por lo visto les vale, es el hecho de ir a gastar un montón
de dinero en ropa, zapatos, juguetes y demás, pero eso sí,
buscan el hotel más barato que exista, aunque esté lleno
de cucarachas, porque a fin de cuentas “solo es para dormir” y, por si
fuera poco no les importa si el avión es de la línea aérea
“Crash Airways” con tal de ahorrarse $5 dólares en un boleto.
Y ya inmersa en este
tema y escuchando platicar a un grupo de yucatecas, las clásicas
que se van de compras
a Miami (y en vez de decir “Mayami” dicen mi-a-mi), me puse a pensar
en algo que ya se volvió tan consuetudinario (¿qué
tal mi palabra dominguera, eh?) que ya ni nos damos cuenta de ello:
el incluir muchísimas palabras en inglés en nuestro vocabulario.
Siempre se ha hablado de la defensa del idioma español y todo ese
rollo, que la verdad me da un poco de flojera, pero no es a eso a lo que
yo me quiero referir aquí. La mayoría del yucateco
que habla como “pocho”, intercalando palabrejas en inglés y además
con una pronunciación exagerada, lo hace, las más de las
veces, para darse importancia, para que los demás veamos que sabe
inglés, que ha viajado y que no es un pelagatos cualquiera.
Dichas yucatecas, que normalmente compran en Marshall’s, K-Mart o Target
(tiendas que adoro) y luego vienen a decir que compraron en Nine West,
Versace o Gap, son las que ya no se van de compras a una plaza, sino de
“shopping” (y dicen chopim) al “mall”. No encontraron que todo estaba
en oferta sino que era un “sale” y a medio día hacen un “break”
para “lonchear” (¿no son divinas las adaptaciones?). Otros
que hacen un “break”, pero de café, o sea un “coffe-break”, son
los altos ejecutivos que asisten a cursos o hasta las amas de casa que
mandamos a nuestros hijos al recreo con su “toper”. Luego esos mismos
niños llegan de la escuela y en vez de leer revistas como leíamos
antes, leen “comics” que a veces traen “posters” para pegar en la pared
de su cuarto.
Dicen por ahí, y debe ser cierto,
que no es lo mismo decir "bacon" que tocino, aunque tenga igual
de grasa, porque las cosas, en otro idioma,
mejoran mucho y tienen mayor presencia (¿?).
Más sensacional
me parece todavía, el yucateco que las usa por borrego, cuando no
es necesario y tan divino como los meseros en algún restaurante
cuando uno les pide para tomar “una Coca de dieta” y ellos repiten al anotar
en su comanda: -“una Coca lai”-, o bien, –“una Dai Couc”- ¡únicos!
Es así como los homosexuales se han vuelto
“gays” y a veces, cuando se va a hacer una película o un documental
en nuestra ciudad, los yucatecos corren al “casting” para aparecer en un
milímetro cuadrado de la pantalla. No quiero salir con la
cursilería de que el idioma español es muy rico y debemos
conservarlo, no, lo que aquí critico es que hay algunos yucatecos
que por acomplejados forzan el vocabulario y no se sienten felices si no
pronuncian al menos 50 palabras en inglés en una conversación.
¿Cuál es la diferencia entre comprar boletos o “tickets”?
Yo entiendo que hay palabras que nos quedan más cómodas al
hablar, como por ejemplo, no voy a decir que me sueno los mocos con un
pañuelo desechable, porque siempre es más cómodo usar
un “kleenex” y también justifico las palabras que la modernidad
nos ha impuesto, como el CD (sí, dí...ja, ja) o todas aquellas
relacionadas con la cibernética; la verdad prefiero manejar el “mouse”
que el ratón (¿?), ¡huay!, pero la verdad, rara vez
oyes a un yucateco cerrando un negocio, sino diciendo: -“máááre
es que traigo un buen biznez con ese gallo”-.
"Boxers", “after shave",
“aerobics”, “top-model”, "talk show", son palabras que se oyen a cada rato
en las conversaciones, por todos lados y, si hay algo que el yucateco adore
es que le den una tarjeta VIP, eso lo hace sentir la última Coca-Cola
del desierto (¿o deberé decir Diet coke?). Un yucateco
con su tarjeta VIP (bi ai pi) es casi, casi como un judicial esgrimiendo
su charola, lo hace sentir taaaaan importante, sin imaginarse que el verdadero
significado de la tarjeta es: “allá viene el bruto que nos deja
un montón de dinero en el negocio porque por payaso le gusta invitar
a todos sus amigos a su mesa y accede a pagar
una botella de ron, que normalmente cuesta $80.00
en $600.00”, ¿VIP?...Vaya Idiota P....
Otro clásico
complejo del yucateco es el complejo contra el huach. Nada mas oyen
la palabra y se erizan, como si los huaches fueran los causantes de todas
sus desgracias; si robaron en casa de algún conocido... –“seguro
fueron los huaches”; si hay mucho tráfico... –“es que ya hay muchos
huaches”; si la renta de las casas es muy cara... –“es que los huaches
si lo pagan”; si alguien se les atraviesa en el auto... –“seguro es huach”.
Fíjense si no digo la verdad, cuando
un yucateco, de esos enraizados y cerrados conoce gente nueva y entre ellos
hay algún huach, le cambia la cara al saludarlo, de entrada se pone
a la defensiva, y con esto quiero que quede claro que no estoy defendiendo
ni atacando a nadie por su origen, porque malos y buenos, pesados y simpáticos,
hay en todos lados. De que hay huaches que se han encargado de hacerle
mala fama al resto de sus coterráneos, los hay; los clásicos
que creen que vienen a enseñarnos, a esta bola de provincianos,
lo que es la vida citadina, pero como dije anteriormente, de todo hay,
¿si o no manitooooooooo?, y como ahorita no toca el turno de hacer
picadillo a los huaches, sino a los yucas acomplejados, pues no nos desviemos
del tema.
Decía yo que
no faltan los acomplejados que al conocer a un nuevo huach, se sienten
invadidos en su intimidad, desprotegidos y se erizan como gatos a la defensiva
y comienzan con la clásica pregunta: -“¿y cómo es
que viniste a vivir a Mérida?”-. Mucha gente me ha pedido
mi opinión sobre los anuncios en la radio, los de “yo soy de donde
estoy”, etc., y aquí voy a decirles que me parecen verdaderamente
ofensivos, y eso que no me siento aludida para nada. Me parecen una
advertencia velada, como diciendo: -“no te metas conmigo y si vienes aquí,
aguántate hasta las picaduras de mosquito”-. No lo veo necesario,
es más, lo veo como una total falta de seguridad en nosotros mismos
y en nuestras costumbres, uno
mas de los complejos del yucateco, porque el
que
está seguro de algo no necesita defenderlo tan a capa y espada,
simplemente es suyo y se acabó, ahora sí que ¡qué
pena con los huaches!
Otro enorme complejo que el yucateco soluciona fácilmente, es el de la ropa. ¡Qué enorme seguridad les da decir que su pantalón es “Tommy” o la camisa es “Mossimo”; no importa si eres chaparro, gordo o feo, ni siquiera si eres bruto o medio animal, enfundado en tu ropa de marca todo es super fácil y, desde luego, esto se extiende a las marcas de los coches y los apellidos: si tienes un Lincoln o tu apellido es “conocido”, ¡eres suficiente para el yucateco acomplejado!
¿Y qué me dicen de cuando en nuestra ciudad se abre un negocio nuevo? El complejo de ser el primero y todos corren al nuevo lugar, aunque no vayan a comer o comprar nada. Así sucedió con Burguer King, Mac Donalds, Comercial Mexicana, Chedraui, Pizza Hut y tantos y tantos más; el chiste es poder decir que ya conoces el sitio, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cuál es la finalidad? ¡Ninguna! Solamente es por el hecho de decir “ya fui y fui de los primeros”; gracias Dios mío por habernos mandado Liverpool y poder ser ahora un poco más civilizados...
También una plática
común y corriente en nuestros días, resultado de un moderno
complejo, podría ser la siguiente:
-“Oye, qué padre está tu teléfono,
déjame verlo”-
-“Ah sí, es el nuevo Nokia que están
anunciando en el periódico”-
-“Y, ¿qué plan agarraste?, ¿tiene
buen alcance?” -
-“Yo la verdad mejor me quedo con mi ladrillo
porque hasta en Progreso puedes hablar sin tener que meterte al mar...”-
No me digan que no han oído ésta
plática cientos de veces, repetida hasta el cansancio, porque el
complejo de los cinturones llenos de celulares y radio localizadores parece
ir en aumento. Es más, hasta las mujeres ya se cuelgan sus
celulares en el pantalón en vez de llevarlos en la bolsa y cuando
uno suena, ¡todos voltean a ver el suyo!, me encanta. Claro
que este complejo hace que nos fastidien en el cine, en un concierto, en
un restaurante o en cualquier lado donde la llamada sea tan urgente como
para saber si el frijol con puerco lleva rábano o no.
Y ya para terminar,
mi complejo favorito... tarán, tarán, tarán... ¡el
de los foquitos navideños! ¡mis chulos! Hay casas en nuestra
ciudad que se ven sencillamente ridículas con tanto foco y tanto
adorno en sus fachadas. Antes de que saquen sus conclusiones mis
detractores les aclaro que no tuve ningún trauma de niña
que me haga criticar
la Navidad, no me golpeó ningún Santa Claus, no me trajeron
nunca carbón en vez de regalos, siempre me trajeron lo que pedí
y tuve “Horno Mágico”, Barbies y todo lo que alguien pudiera desear;
nunca se nos pudrió la cena, ni mis padres viajaron al extranjero
dejándome abandonada, nunca mataron al pavo que fuera mi mascota
de toda la vida, ni tuve algún mal sueño ese día...
no sigan pensando, mi espíritu de Grinch no puede ser analizado
por ningún siquiatra porque no hay donde rascar, siempre tuve Navidades
felices, llenas de amor y regalos, así que no le busquen, simple
y llanamente no me gusta y se acabó.
Pero volvamos a las casas yucatecas donde el
espíritu navideño reina alegre y feliz (en esta parte de
la crítica ya estoy tirada en el suelo carcajeándome) y este
año las casas se han llenado también de muñecos que
giran o brincan (chinos, por cierto, pero cobrados a precio de alemanes)
tocando música navideña que después de 3 minutos llegas
a alucinar y de arbolitos naturales que llegaron desde el mes de noviembre
y para estas fechas ya están totalmente cafés y secos, pero
eso sí, ¡ya pusimos el arbolito!... En fin, una nueva frase
para todos mis lectores:
Esta sección
está dedicada a las cosas buenas, positivas o inteligentes de nuestra
ciudad o de la comunidad yucateca en general y está hecha a juicio
exclusivo de una servidora. ¿Por qué? pues simplemente porque
la página es mía, ja,ja, pero se aceptan sugerencias, desde
luego, que serán analizadas. Como en todo, nunca se puede
generalizar y habrá quien no esté de acuerdo conmigo en todo
porque hasta lo positivo tiene su lado criticable pero trataré de
buscar cosas que en términos generales valgan la pena.
El Teatro "José Peón Contreras"
El doctor José Peón
Contreras, fue uno de los grandes escritores que han alcanzado, a través
de diversos géneros literarios, un lugar digno y meritorio
en la literarura hispanoamericana. Fue tal su éxito en el teatro
Principal de la ciudad de México en 1876, que motivó que
la opinión pública yucateca solicitara al señor Francisco
Zavala, propietario del nuevo teatro meridano, le pusiera el nombre del
afamado poeta yucateco. El dueño accedió y se unauguró
como teatro Peón Contreras en 1879, con la obra "El sacrificio de
la vida", del ya reconocido dramaturgo. Después de ocho años
en que las obras de construcción fueron interrumpidas por diversos
motivos, por fin se declara concluido el teatro Peón Contreras de
Mérida, Yucatán, que conservó el mismo nombre, y fue
inaugurado en diciembre de 1908. Sus constructores italianos fueron el
arquitecto Pío Piacentini, quien realizó el proyecto, y el
ingeniero Enrico Deserti, a cargo de la construcción del más
rebuscado estilo neoclásico y en cuyo interior podemos admirar,
entre otras cosas, una alegoría a las ciencias y a las artes del
afamado pintor italiano Allegretti.
El Teatro "José
Peón Contreras" consta de galerías, servicios de camerinos,
área de carpintería y tramoya, área de utilería
y vestuario, servicios de luminotecnia y audio, vestíbulo interior
y vestíbulo exterior, cafetería, librería, módulo
de información turística, servicios técnicos, área
administrativa, taquilla, servicios sanitarios, etc. Sin duda
alguna, uno de los edificios mas bellos de México y, desgraciadamente,
muy desaprovechado.
"La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la television, voy a la biblioteca y me leo un buen libro."
MI RECOMENDACION: @ @ @ @ @