LA RELIGION EN YUCATAN
¡Aayyyy, es que Chayito
es muuuy católica!
¿Es muy católica?
¿Qué es eso? ¿Hay grados de catolicismo? ¿Hay
gente muy católica, gente medianamente católica y gente poco
católica? En Yucatán si. ¡Sorpresa! ¡No
lo sabía!
Pues si mis queridos lectores,
la religión en Yucatán es un tema que no se acabaría
nunca y, como dije anteriormente, me había negado a tocar este tema
por espinoso y feo, pero ya me decidí y qué mas da.
Los que toman su religión,
cualquiera que sea, como algo espiritual, como algo para ellos solamente,
para sus adentros y la practican con discreción y sin aspavientos,
son muy pocos. En Yucatán el grado de catolicismo se mide
precisamente por los aspavientos de quienes lo practican ( o dicen que
lo practican) porque su único afán es que los demás
sepan que son muuuuy católicos. Cuando asisten a misa, tiene
que ser a una iglesia donde haya gente que los conozca para que todos vean
que están yendo porque si no, ¿qué chiste tiene ir
si nadie te va a ver?, por eso, las iglesias favoritas del yucateco son:
la de María Inmaculada en el Campestre, la de Nuestra Señora
del Líbano, la de Itzimná y la de Chuburná.
Fuera de éstas iglesias, es muy raro encontrarte "gente conocida",
así que ni vale la pena ir y no dejemos a un lado, en "LA
TEMPORADA" las idas a misa a donde hay que ir a ver quiénes
están en la playa.
No es un tema nuevo que los
chavos asisten a las iglesias "a ligar" y la mayoría de las veces,
lo que menos les interesa es escuchar la misa en sí, sino ir a estrenar
cada domingo alguna ropita para ir a ver al "chavo" que les gusta.
No digo que ir a estos amoríos tenga algo de malo, al contrario,
es lo más normal para los jóvenes, pero el hecho de tomar
de pretexto la misa ya es otro asunto y los papás de estos chamacos
quedan muy satisfechos porque sus hijos "van a misa todos los domingos".
En las misas de difuntos,
por ejemplo, lo que más les interesa a los yucatecos muuuuy católicos
es que los vean allá y la mayor parte de las veces es una asistencia
por compromiso o por obligación y muchos de los que van se preocupan
más en la ropa que van a lucir, y hasta algunas señoras van
pintadísimas y bien alhajadas, o sea, de luto, pero a la moda; qué
gacho, ¿no?
Otro tema religioso que me
crispa los nervios es la famosísima pregunta -"Y tus hijos, ¿ya
hicieron la primera comunión?"- Así es, los niños
yucatecos se dividen en 2 grandes grupos, el primero, el de los que asisten
al "Atrio", un sistema relativamente nuevo de catecismo en el que se aplica
el método Montessori para enseñar la religión a los
niños, los cuales asisten desde los 4 hasta los 12 años (qué
flojera), una vez a la semana a "su atrio" y las "catequistas" que los
enseñan son simples madres de familia que prefieren abandonar su
casa con el pretexto de catequizar, hacen mil maromas para acomodar a sus
propios hijos en rondas y con nanas para poder ir ellas a dar su respectiva
hora de clase a otros niños. Y, pongan atención a esto,
nunca, nunca de los nuncas he conocido
una comunidad más
selectiva, elitista, ni más discriminatoria que ésta y donde
se pongan mayor número de condiciones a los niños para tomar
el catecismo; ¿pues no se trataba de acercar a la gente a la religión?
Entre muchísimas anécdotas
que podría yo citar del "atrio", está la de un niño
pequeño, 4 años, que no pertenecía a ninguna de esas
comunidades y un día se estaba haciendo pipí mientras su
mamá platicaba con una de las célebres "catequistas" a través
de una reja. La mamá del susodicho niño, sin ninguna
otra opción, pidió el favor a la "catequista", amiga suya,
que dejara pasar al niño al baño. La "jefa" de las
catequistas que lo escuchó, negó el permiso, porque los demás
niños "podían distraer su concentración espiritual"
si alguien entraba al baño. En resúmen, el niño
se hizo pipí en los pantalones. ¡Qué caridad de mujer!
¿verdad?... todo un ejemplo. Y como ésta anécdota
tengo miles, lo que me faltaría es espacio.
Es un hecho que en nombre
de la religión, mucha gente toma poder (claro que un poder mal entendido).
El otro grupo lo forman los
niños que solamente toman catecismo un tiempo antes de hacer la
primera comunión, o sea, al vapor. Hacen la primera comunión,
luego tremenda fiesta, luego asisten a misa algunos domingos durante 6
meses como para "estrenar" su nueva condición y adiós; la
siguiente vez que vuelven a una misa es casi casi cuando se van a casar,
pero eso si, sus papás son muuuy católicos. Yo creo
que si vas a practicar cualquier religión, hay que hacerlo bien,
pero el que no la practiques, de ninguna manera te hace una persona inmoral
o material y ese es el gran error en el que cae la gente muuuy católica.
Ser católico en Yucatán es sinónimo de que eres una
persona moral, con valores, que se preocupa por lo espiritual y si no eres
muuuy católico, estás vacío y perdido... ¡pues
fíjense que no!
Hay persona que no practican
ninguna religión, o practican una diferente al catolicismo y son
mucho mejores personas que algunos que conozco...(no voy a decir nombres,
ni siquiera con qué letra empieza, ja, ja). La moral
y la espiritualidad no tiene nada que ver con la religión que se
practique y el que así lo crea, que con su pan se lo coma.
Y ahora señoras y
señores, vamos a tocar mi tema favorito, tarán, tarán
(aquí se escuchan redobles de tambores...) ¡la cuaresma!
Todo comienza terminando
nuestro CARNAVAL
, al día siguiente, con el "miércoles de ceniza" en el que
toda la gente que es muuuuy católica va a que le pongan su manchita
de ceniza en la frente y la presume el resto del día y comienza
lo bueno... ese día y los siguientes viernes hasta la semana santa,
no pueden comer carne, pero eso si, se dan unas atascadas de camarones,
langosta y cualquier clase de marisco de lo mas caro que no das crédito.
Otras personas se dedican a comer pescado empanizado hasta que le salen
escamas a su familia y algunas otras comen delicias como "brazo de chaya",
salbutes de huevo, papadzules, etc., es más, yo que no practico
la vigilia, espero con ansia esa época para que cuando me
inviten a algún lado, pueda gozar de esos manjares que acostumbra
la gente "sacrificada". Pero eso si, (se escuchan aquí tambores
de nuevo) el premio mayor de "la vigilia" se lo llevan algunas amigas por
ahí muuuy católicas que cuando van a una cena cualquier viernes
de vigilia y la comida es "prohibida" por pecaminosa, "pican" y botanean
de lo que sí se puede comer y esperan pacientemente hasta que den
las 12 de la noche, como si fuera el festejo de año nuevo y cuando
ha pasado un segundo de la medianoche, ¡toma!, ¡toma! y ¡toma!
¡atásquense!, la embutida que se dan; uy, uy, uy, qué
sacrificadas... Qué raro que al ser muuuy católica
esa gente no sepa que el verdadero sentido de la vigilia es sacrificar
algo que te guste mucho y prescindir de ello, no necesariamente tiene que
ser comida. Para hacer una sabrosa vigilia comiendo manjares de mariscos,
antojitos yucatecos o cualquiera de esas delicias ¡hasta yo me sacrifico
y soy muuuy católica!...AMÉN.