¿Añoranzas navideñas? No. Solamente una prueba más de que Santa Claus existe y ha tenido descendencia. La verdad es que la foto la puse desde Navidad que es cuando debió de salir esta nueva página pero se me fue pasando el tiempo y decidí dejar la foto porque es buena, muuuuuuy buena diría yo. En fin, espero que hayan extrañado a La Xtabay, cuando menos que no la hayan olvidado.
frases...¿celebres?
* Más vale parecer un idiota con la boca cerrada, que abrir la boca y disipar toda duda.
* Las supermodelos son la evidencia de que todos los demás estamos mal hechos.
* El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
* Nunca se pierden los años que se quita una mujer, van a parar a cualquiera de sus amigas.
* Es hora de bajar de peso cuando vas a la playa y, al estar tomando el sol sobre la arena, unos ecologistas intentan devolverte al mar.
* A los niños les gusta jugar con soldaditos, y a las niñas, con muñecas. Cuando son mayores es al revés.
fotos
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Sin palabras |
Por eso no bajo de peso, luego queda uno aguado... | ![]() |
la critica
Yucatequeando
Peculiar manera de expresarse la del yucateco. Aunque con algunas expresiones incorrectas o amañadas, muchas de ellas, la mayoría, son de una exactitud inigualable. Definen como ninguna, explican como ninguna. En ésta ocasión, además de criticar, mencionaré las que, por su significado, aunque no se usen en otras partes de la república son tan exactas.
Es
increíble como hablando el mismo idioma, una persona del norte de la república
con una del sureste, podrían ser incapaces de comunicarse, de entenderse, por
los modismos, regionalismos o simplemente por las mañas del lugar.
Tristemente,
el yucateco no pronuncia mal, pronuncia re-mal, en todas las clases sociales; de
entrada, para poder entender a un yucateco hay algunas reglas básicas a seguir:
1º.
La “ñ” intermedia de las palabras hay que eliminarla y sustituirla por
“ni”, es decir, que en vez de decir “niño”, “caña” o “pañal”,
hay que pronunciar “ninio”, “cania” o “panial”.
Bueno, es tan grande la confusión que mi hijo me preguntó el otro día
por un pariente nuestro, si su nombre era Antonio o Antoño.
Verídico.
2º.
Todas las palabras que lleven “ll” intermedia hay que eliminarla y
sustituirla por...¡nada!, es decir, que en vez de decir “tortilla”,
“parrilla” o “silla” se deberá decir “tortía”, “parría” y
“sía” (“fui a cenar unos tacos a La Parría, me senté en una sía y comí
mucha tortía” sería totalmente entendible...)
3º.
Peeeeero muy al contrario, a todas las palabras que no llevan la “ll” pero
tengan el diptongo “ia”, hay que hacerlas merecedoras de ese privilegio, es
decir, que en vez de decir “sandía”, “había” o “sabía” se
pronunciará “sandilla”, “habilla” o “sabilla” (“...no sabilla que
habilla refresco de sandilla...”)
4º.
A las palabras que terminan con “N”, ¿para qué darles esa terrible
molestia?, ¡a cambiarlas por “M” se ha dicho! y así, son famosos los que
viven en la Colonia Alemam, se bañan con jabom, toman su camióm y les gusta el
agua de limóm.
5º.
Cuando se quiera pedirle dinero o algo a alguien hay que decir “¿te presto
$10 pesos?”. Difícil de entender, ¡imagínense el trabajo que me da
explicarlo en letras!, pero hagamos el intento.
Vamos a suponer que yo tengo una fiesta muy elegante hoy en la noche y no
tengo un vestido adecuado para ponerme; voy a casa de mi hermana, cuyo
guardarropa es muy completo y para pedirle que me facilite un vestido tendría
que decirle “¿te presto ese vestido negro?” ¡¡¡¡hhhhuuuuaaayyyy!!!!,
complicado pero muy cierto.
6º.
A la hora de nombrar los números, nunca hacerlo de manera completa, es decir,
que en vez de contar normalmente, deberemos decir setenticinco, trentisiete,
noventidos, etc. ¿complicado también? No tanto, cuestión de práctica.
Así
mismo, existe una inmensa lista de palabras que usamos solo aquí en Yucatán y
que hacen que los huaches nos vean como auténticos bichos raros, porque para
ellos no son de uso común; usamos palabras mayas mezcladas con el español en
nuestro vocabulario que son tan exactas que se necesitaría toda una frase,
bastante más larga, para expresar la misma idea en español y usamos también
algunas otras que jamás se han oído en otro lado.
Investigando con ahínco, encontré que la mayoría de esas palabras
existen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; en resumen
y siguiendo con la investigación, llegué a la conclusión que esas palabras
son de un español algo antiguo, pero perfectamente correctas (casi todas,
porque algunas... ¡huay!).
Comenzaré
con una anécdota sucedida hace ya algunos años, cuando mi actual y último
marido venía desde el D.F. a “su visita”. Sucedió
un día que llegué a recogerlo al hotel donde se hospedaba y lo encontré en la
recepción hablando, o mejor dicho intentando darse a entender con el
recepcionista, porque ninguno de los dos entendía al otro.
Mi marido decía “que quería una bomba porque estaba tapada la
coladera y el excusado...” (¿?) what? Creo que al recepcionista le sonaba
algo así como que le contara una bomba yucateca y lo disculpara por algo, ¡huay!
Cuando vi que los dos iban a agarrarse de las greñas, tuve que hacer uso
de mis aptitudes bilingües y explicarle al muchacho que lo que el galán quería
era “un destupidor porque estaba tupida la sifa y el bacín”... ¡Ah bueno
linda, ahora si nos entendimos!
Palabras
tan desconocidas para otros mexicanos como “achocar”, “chola” o
“enchumbado”, existen y son perfectamente correctas.
De ninguna manera imagino la vida diciendo algo diferente que
“anolar” un dulce o un hielo. “Anolar”
es una palabra perfecta que define mejor todavía lo que sucede con un caramelo
en la boca; se deshace poco a poco con la acción de la lengua y la saliva.
Los huaches chupan sus dulces, nosotros, ¡los anolamos!
Majarse
un dedo sería terrible en otro lugar de la República pues en ningún hospital
nos atenderían sin dar una larga explicación o decir, ¡me machuqué!, ¿qué
es eso de machuqué? hasta es altisonante, en cambio majarse es música para los
oídos. Y de ahí en adelante deriva en otras expresiones, “máaare salí
majado en el negocio”
A que en ningún otro lugar un chamaco podría negarse a usar una “calzonera” “atabacada” por “estar en la edad del pavo” ni su mamá le diría que no sale de su cuarto hasta que “escore” sus cosas. En la antigua Ciudad de México, se usaban los “miriñaques” para vestirse, en cambio, nosotros los usamos para poner en las ventanas e impedir el paso de los insectos. Los huaches van al mercado con “la bolsa del mandado” (¿el mandado de quién?) en cambio nosotros con un simple “sabucán”.
Las divinas gorditas en vez de aumentar de peso, “hermosean” y las banquetas de las calles se convierten en “escarpas” en nuestra ciudad. Los niños en las escuelas sacan punta con un “tajador”, borran sus cuadernos con un “borrador” (no con una goma, ¿qué es eso?) y guardan sus libros en el “bulto”. A veces, los “cordones” de sus zapatos se desamarran.
Obviamente hay cada aberración al hablar que a veces da pena ajena, como cuando oímos a alguien preguntar, -“¿Cuántos días hiciste en Miami?”- ¡¡¿¿hiciste??!!
Muy
clásico es oír el –“Está gustando”- ¡¡¿¿gustando??!! (traducción
yucateca: gustar significa ver algún programa en la televisión o una película
en el cine). –“Me quité a las
siete”- (o sea, me fui a las siete. –“Me
guardé del sol”- ¡¡¿¿me guardé??!!
“Negociante”
es una palabra que usa el yucateco para cualquier cosa cuyo nombre no recuerda
en ese momento, por ejemplo, -“Pásame ese negociante”- o -“Enciende ese
negociante”-, y por supuesto con la consabida degeneración de género, “la
negocianta” y también convirtiéndolo en verbo, -“negocéame el cierre por
favor”-.
Hay
una que me encanta y es una frase burlona cuando alguien va a ir a visitar a su
mamá, se le dice, -“¿Vas a hacer chu-chú?”- (traducción yucateca: hacer
chu-chú es tomar leche del pecho materno y en Yucatán, el pecho femenino es
conocido como chu-chú, lo que vendrían siendo las populares chichis en el
centro del país).
De
la misma manera, y eso si lo aclaro, no es crítica, al contrario, los yucatecos
hemos hecho parte de nuestro lenguaje muchas palabras mayas.
La maya, es una lengua preciosa, sonora, que afortunadamente se conserva
mas que muchas otras en el país.
He
aquí algunos ejemplos de palabras mayas que usamos ya de manera cotidiana y
que, en muchos casos, no podríamos explicar de otra manera.
*
Bobox: “Me duele mi bobox” (traducción: cóccix o cóxis, ¡qué palabra
tan fea!, me quedo con bobox)
*
Cabax: "Cómete tu frijol cabax" (traducción: con grano y caldo,
hecho de manera simple). Ha
degenerado en algo mal hecho, a la carrera, por ejemplo, "ese trabajo te
quedó muy cabax".
*
Chop: "Ese hombre está chop" o "Huay, ya me hiciste chop"
(traducción: le falta un ojo o le "picaste" el ojo).
Ha degenerado en "chop calle", o sea, calle cerrada.
*
Chiuó: "Huay, mira ese chiuó"
(traducción: tarántula). Ha degenerado cuando se aplica a mujeres muy feas y
no necesita mayor explicación decir: "Juanita parece un chiuó".
*
Ch'oocnac: "Tengo cho' oocnac" (traducción: dolor intestinal, cólico.
Los huaches dirían "tengo retortijones manitooooo")
*
Chuc: "Hacer chuc el pan en el café" (traducción: remojar alimentos
sólidos en alimentos líquidos. Los huaches dirían "sopear " el pan
en el café, pero es más que obvio que sopear se refiere a sopa, en cambio chuc
es en lo que sea... he dicho)
*
Fó: "Huay fó, ¡cómo apesta!" (traducción: expresión de asco a la
que los huaches dirían "fuchi").
Ha degenerado un poco, sobre todo con los jóvenes que cuando no quieren
hacer algo o no les gusta algo dicen ¡huay no, fó!
*
Kiritz: "No se quitó el kiritz del cuello de la camisa" o
"Tienes kiritz en el xic" (traducción:
mugre pegada en los cuellos de las camisas masculinas que hay que tallar y
tallar o también el collar o renglón de mugre, sólida, negra y horrorosa que
queda en el cuello, en la parte de atrás de las rodillas y en las axilas de mis
hijos cuando regresan de hacer deporte)
*
Komó: "Este pollo tiene komó" o "Le quedó el komó del
huevo" (traducción: ese sabor desagradable e inconfundible del pollo mal
lavado ...el de comer eh?, como dicen los niños,... y ese olor horrible que le
queda a un vaso cuando se ha bebido después de comer yema de huevo)
¿Ya vieron toda la explicación que tuve que dar?, ¿No es más sencillo
decir komó?
*
Perech: "El coche entró perech" (traducción: justo, exacto).
*
Poch: "Estás poch nené" o "Está poch viaje" (traducción:
tener deseos, antojos de algo).
*
Tuch: "Ahora todas las chamacas enseñan el tuch"
(traducción: ombligo y no necesita más explicación, pero puedo contarles que
en Yucatán hay gente que guarda el tuch de sus hijos en un álbum fotográfico,
léase el pedazo de cordón umbilical que les cortaron al nacer y se cayó de
sus cuerpos a los pocos días de nacido)
*
Tzaatz'z: "Esa galleta está tzaatz'z" o "Ya se tzaat'zeó la
tostada" (traducción: alimento que debería de ser crujiente y se ha
suavizado por la humedad. Los
huaches dicen que una galleta quedó suave, pero nada que ver, además que ahí
no hay humedad, pero la palabra es una belleza).
*
Wixar: "Huele a wix" o "Ya me wixé" (traducción: orinar o
por supuesto como dirían los huaches, hacer pis).
*
Xic: "Apesta tu xic", "Tiene pelos en el xic" (traducción:
axila, ¡axila! ¡qué palabra tan fea, en cambio xic... más música para los oídos.
*
Xix: "Se tomó hasta el xix", "Solo quedaba un xix"
(traducción: el resto, residuo, un poquito de algo, el poquito final).
*
Xum: "Lo vieron con su xum" (traducción: amante, querida, concubina).
Obviamente esto es solo una pequeña muestra de la cultura y la incultura del lenguaje del yucateco. Hay material para mucho más... tal vez más adelante.
el garbanzo de a libra
Esta sección está dedicada a las cosas buenas, positivas o inteligentes de nuestra ciudad o de la comunidad yucateca en general y esta hecha a juicio exclusivo de una servidora. ¿Por que? pues simplemente porque la pagina es mía, ja,ja, pero se aceptan sugerencias, desde luego, que serán analizadas. Como en todo, nunca se puede generalizar y habrá quien no este de acuerdo conmigo en todo porque hasta lo positivo tiene su lado criticable pero tratare de buscar cosas que en términos generales valgan la pena.
Los bomberos de Yucatán
Desde
su inicio en el año de 1949, el Heroico Cuerpo de Bomberos de Mérida, Yucatán,
México, ha pasado por varias etapas. Empezó con un camión bomba estacionado
bajo un tinglado de láminas y hoy en día es la "Dirección de Siniestros
y Rescate de la Secretaría de Protección y Vialidad", con una sólida
estructura que abarca todo el Estado.
Los Bomberos de Mérida empezaron a trabajar bajo la administración de un patronato privado, con aportaciones del comercio organizado. En ese entonces, la primera unidad, un camión Ford 1947, se encontraba estacionado en lo que hoy es el Centro Histórico de la ciudad. En el año de 1950, el "H. Cuerpo de Bomberos" se trasladó a lo que fue su primer cuartel en la calle 54 por 73-A, edificio que actualmente alberga a la estación No.1.
En 1984, el Gobierno del Estado hizo oficial la noticia de que los "Bomberos" pasaban a formar parte de la entonces Dirección de Protección y Vialidad y se inició la época moderna de los "Bomberos de Yucatán". Actualmente, se tienen 50 unidades entre camiones, pipas, carros bomba y camionetas distribuidas estratégicamente en 12 estaciones en la zona urbana de Mérida y nueve en el interior del Estado, 110 bomberos por turno, asignados a los servicios.
De verdad que la labor de los bomberos es admirable doblemente por un hecho fundamental, y es que a pesar del bajo sueldo que perciben y el rudimentario equipo con el que trabajan, se entregan de verdad a su trabajo. Solamente voy a platicarles una anécdota que sucedió hace muy poco: en la escuela donde estudian mis hijos se descubrió un enorme panal de avispas en una barda y las avispas estaban muy alborotadas entrando y saliendo de los salones de clase. Como resultado, algunos niños resultaron picados y se decidió llamar a los bomberos para que solucionaran el problema; en poquísimo tiempo llegó una unidad a la escuela y comenzaron su labor de deshacer el panal con una bomba de "fab", la solución acuosa con detergente que normalmente utilizan. ¿El colmo? los bomberos no tenían absolutamente ningún equipo que los protegiera porque el equipo disponible "estaba ocupado" en otro lugar. Varios bomberos terminaron con múltiples picaduras en la cara y manos, pero acabaron con el panal. Cuando me lo platicaron mis hijos sentí vergüenza e indignación, ¿cómo es posible que personas con ese espíritu de servicio carezcan del equipo más elemental para hacer su trabajo que es protegernos?, ¿cómo es posible que permanezcamos sin hacer nada?
el libro
"La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro."MEMORIAS DE UNA GEISHA
ARTHUR
GOLDEN
Arthur Golden nació en Estados Unidos, se graduó en Harvard en Historia del Arte, especializado en arte japonés, además es licenciado en Historia de Japón y ha vivido varios años en Tokio. Ésta es su primera novela, con 4 millones de copias vendidas.
Muchas personas tenemos una idea acerca de lo que son realmente las geishas, creemos que son prostitutas. En 1930 una pequeña de nueve años y su hermana son arrancadas de su hogar y llevadas a Kioto. Las hermanas se separan y Chiyo, la protagonista, es llevada a una casa donde se convertirá en geisha y, al paso del tiempo, en la geisha más famosa que ha existido en Japón. Ahí vive en un mundo donde no puede aspirar a nada más que a sobrevivir, así es que debe aprender a conformarse con lo que tiene y a ocultar sus sentimientos.
Gracias a la narración de Golden, se pueden aprender muchas cosas sobre la vida de las geishas, además encontramos un concepto nuevo acerca de ellas, educadas, más bien adiestradas, para entretener y atender a los hombres que solicitaban y pagaban por sus servicios. Debían ser cultas para sostener una plática, aprender a tocar instrumentos y a bailar danzas japonesas y, solamente si alguno se "nombraba" su protector, entonces sostenían relaciones sexuales con él (¿no que no eran prostitutas?).
En fin, el libro realmente vale la pena, sobre todo sabiendo que es una historia verdadera, que la geisha de la historia existe realmente y que además se generó todo un escándalo a raíz de la aparición del libro porque Arthur Golden había prometido no revelar el nombre de su fuente y sin embargo, lo hizo veladamente en los agradecimientos del final, corriéndose el rumor, secreto a voces, de que el amante y protector de Sayuri, Mineko Iwasaki su verdadero nombre, era el fallecido presidente de Sony, Akio Morita.
Para que no se queden con las ganas aquí está la nota del escándalo (Agencia Reuters):
Arthur
Golden (Memorias de una geisha) demandado.
Cuando el escritor buscaba documentación e investigaba sobre el mundo de las
geishas, conoció en 1992 a Mineko Iwasaki, una geisha retirada, casada y con
una hija que vivía en las colinas de Gion, barrio tradicional de geishas en
Kyoto.
Durante 2 semanas Iwasaki le hizo todo tipo de confidencias que inspiraron a
Golden para su novela. Una vez publicado en 1997 se convirtió en un
best-seller traducido a 32 idiomas y el propio Steven Spielberg compró los
derechos del libro para llevarlo al cine.
En la actualidad Mineko Iwasaki ha demandado a Arthur Golden en un tribunal de
Nueva York.
Según la ex geisha Golden y él tenían un acuerdo para mantener su identidad
en secreto, pero el escritor la nombró como agradecimiento y vulneró dicho
secretismo.
Ahora exige una porción de los beneficios proporcionados por el libro dado
que en el mundo de las geishas su reputación ha caído en picada.
Por cierto que ahora Mineko Iwasaki tiene pensado escribir su autobiografía.