¡¡¡¡¡Que oso!!!!!
No me digan que nunca en su vida han hecho el ridículo, o lo que se llama comunmente "hacer el oso", pero los peores y mas divertidos de todos los "osos" son los que hace la gente cuando cree que nadie los está viendo, por ejemplo, el típico señor del coche de junto que se está sacando un moco tamaño monumental y cree que vá solito en la calle y nadie lo voltea a ver; hay que ver el sobrehumano esfuerzo que hacen algunos metiéndose, a veces el índice y a veces el meñique, para lograr jalar al molesto "inquilino" y por supuesto los cochinones que se rascan la cerilla del oído y luego la untan en algún lado, provocando el asco colectivo. Otro memorable caso es el de las señoras que, cuando se levantan de su silla, se sacan el calzón que materialmente ha quedado enterrado en medio de sus "nalguillas", a veces de un solo lado y a veces los dos, y sucede que después de que se lo jalan y hasta suena el elástico, voltean a ver si nadie las vió, y uno tiene que hacer cara de disimulo para no avergonzar a la susodicha. ¿Quien no ha pasado la pena de ir a cenar tacos con amigos y sentir que tenemos una hojita de cilantro pegada en el diente del frente? Ya ni puede uno concentrarse en la plática pensando en que no nos podemos reir abiertamente porque se nos vá a ver el "adornito" en el diente y cuando creemos que nadie nos vé, hacemos veinte muecas para tratar de despegar el cilantrito terco. Total cuando creemos que ya no lo tenemos, nos carcajeamos y al llegar a casa y vernos al espejo, observamos con terror que efectivamente ¡ahí estaba todavía, mejor acomodado que nunca, y todo mundo lo notó! Hay "osos" que nunca se olvidan, como cuando se nos sale algún gas, por arriba o por abajo,delante de alguien, generalmente de la persona que menos quisieramos, las famosas idas al baño en casa ajena que por más que le jalamos, nunca se vá el contenido y además, el excusado tarda una eternidad en llenarse, o peor aún, cuando le jalamos y el baño ha quedado totalmente tapado, en ese instante quisieramos irnos por el bacín. Hay otros "osos" bellos como cuando estamos hablando con alguien que para nada es de nuestra confianza y se nos sale un "chisguete" de saliva que vá a parar justamente al brazo del oyente, en ese instante, no sabemos si reir o llorar. Pero creo que el "rey de todos los osos", que quiero hacer la aclaración que en lo personal me ha sucedido, es cuando nos caemos en la calle, en la avenida más transitada de la ciudad, a la hora más iluminada del día, y para terminar de amolarla, ocho personas corren a levantarnos y todas ellas aguantándose la risa. Ni siquiera el "esguince" que nos hacemos es tan dolorosocomo la vergüenza que nos queda para toda la vida.....
¡¡¡¡Que OSO!!!!