“Proyecto de nación”: expresión en boga que está utilizando López Obrador, del PRD, en el Distrito Federal, para oponerse al presidente Fox y al PAN en cuanta propuesta procede de éstos, tanto para el gobierno de la ciudad de México, como para el gobierno de la nación.

En forma simple pero apegada a la verdad, la diferencia entre el “proyecto de nación” del PRD-PRI y el proyecto de nación de Vicente Fox (¿del PAN?) puede diferenciarse en los siguientes aspectos:

Precios. En el PRD-PRI están de acuerdo en que éstos deben subsidiarse, esto es, tomar recursos de los contribuyentes y aplicarlos al consumo de los ciudadanos. El gobierno de Fox no parece estar de acuerdo en esto. Le apuesta al incremento de los recursos de los ciudadanos, le apuesta a la conversión de cada ciudadano en un contribuyente y no a la dicotomía social entre los que contribuyen y los que habrán de recibir para su consumo directo parte de lo contribuido por los “otros”.

Y sin embargo, la primera política fiscal de Fox es básicamente redistributiva: busca captar, vía IVA, recursos que necesita para los apoyos monetarios directos de los que menos reciben (y aportan) a la economía nacional. Como todo tendría IVA, el plan propone también una devolución directa del IVA que se les haya podido cobrar a los que queden clasificados como “pobres”.

Una de las primeras propuesta directas que Fox le hizo a López Obrador al comenzar este sexenio fue de incrementar el precio del boleto del metro. Desde luego, esta propuesta no fue aceptada por López Obrador. La visión de Fox considera que un ahorro, aún pequeño, por parte de muchos, hace un gobierno más fuerte y menos dependiente de renglones que son básicamente negocios en manos del estado, como el petróleo.

Vale aplicar el ancestral refrán proveniente de la sabiduría oriental más antigua: “Regaladle un pescado a un hambriento y éste volverá a tener hambre, enseñadle a pescar y éste comerá por siempre.”

Usted, ciudadano mexicano, ¿con quién está de acuerdo? ¿Cuál proyecto de nación parece que producirá mayores beneficios a la larga?

Negocios. Para el PRD los “negocios” son entidades básicamente peligrosas. Los hombres de negocios, para el PRD, pierden la visión de lo social y sólo piensan en la utilidad monetaria de su actividad. Para Fox, los negocios son los generadores de riqueza real, y la pobreza sólo puede desaparecer en la medida en que la riqueza sea mayor. El concepto de “changarro” no existió bajo el PRI ni tiene relevancia existencial para el PRD. De hecho, tanto PRI como PRD tienen sus reservas con respecto a la promoción de la independencia política de la gente que es apoyada con sus “changarros”. Para el sistema foxista, la promoción y apoyo a los changarros es fundamental para convertir a más mexicanos en contribuyentes, en vez de hacer que menos contribuyentes tengan que generar los recursos que se necesitan para la obra de requerimientos y beneficios colectivos. El día de hoy somos cien millones de mexicanos. Supuestamente, treinta millones deberían de generar, con su trabajo o sus “changarros” (de cualquier dimensión) las contribuciones necesarias para la obra colectiva de la nación. Pero sólo doce millones contribuyen. Imaginémonos por un momento la nación que tendríamos si en vez de que toda la carga tributaria radicara en doce millones, ésta radicara en treinta millones. Todo parece indicar que el plan foxista apunta en esa dirección, mientras que el “proyecto de nación” del PRD y al parecer, también del PRI, están cómodos con las políticas que insisten en pocos contribuyentes y muchos subsidiados.

Usted, ciudadano mexicano, ¿cuál proyecto apoyaría?

Política. El PAN siempre ha promovido la independencia individual, mientras que PRI y PRD parecen favorecer la dependencia del individuo de cuerpos colectivos a los que le promueven su pertenencia, tales como sindicatos, “el partido”, la “confederación”, la “asociación”, etc. El PAN parece promover en cada momento, asociaciones que sólo existen en tanto algún objetivo concreto es conveniente para ser alcanzado. Cuando el objetivo se alcanza, la asociación deja de tener razón de ser y cada individuo continúa su forma de vida independiente. En el PRI y el PRD se promueve la pertenencia de por vida, sistemática, y se trata de concentrar toda actividad dirigida al individuo a través de algún grupo o asociación a la que éste pertenezca. En el “proyecto de nación” al estilo PRD-PRI, no es el individuo el que solicita algo, sino la asociación del individuo la que intercede por él o ella para la consecución de algún fin.

Y a ti, ciudadano mexicano, ¿cuál forma de política te parece más apropiada?

López Obrador insiste, todos los días, al igual que Dulce Sauri, en criticar cada política promovida por Fox. México fue gobernado durante siete décadas por un sistema que responde perfectamente a la definición de “proyecto de nación” que parecen promover Dulce Sauri y López Obrador en todas sus declaraciones y discursos.

Tú, mexicano libre y pensante, ¿qué opinas?

Democracia. Sin discusión, en este punto parecen coincidir PAN y PRD en sus proyectos de nación, siendo el “diferente” el PRI. Dentro del PRI, de ser posible, se continuaría la promoción del “fraude patriótico”. El PRD ha tomado el camino de respetar el voto de la gente, aunque no de tan buena gana algunas veces, como cuando Cárdenas, en el zócalo capitalino, al ganar Fox, les dijo a los presentes: “nuestra lucha continúa, aunque ahora vemos que no será nada fácil”. En el fondo de esta frase, para Cárdenas, los ciudadanos mexicanos se habían equivocado eligiendo a Fox y no a él.

¿Se habrán equivocado esos diecisiete millones?

Es muy difícil expresar las dicotomías políticas, y mucho más en espacio tan reducido como un artículo periodístico. Las diferencias aquí marcadas, sin embargo, son parte inherente de la realidad de todos los días. Si el sentido de esas diferencias fuera conocido y entendido por todos los mexicanos, ¿qué tipo de nación tendríamos?

Información. Información. Información. Claro, apegada a la verdad. Sin ella, es fácil caer en las trampas de los pregonantes de “proyectos de nación” cantados así, a la ligera.

Franz J Fortuny  ffortuny@ivsol.com
Mérida, Yuc., Junio 2001