Por fin existen en Mérida unas salas de cine
con las características de las del Siglo XXI, para beneplácito
nuestro. La comodidad empieza desde el momento en que podemos
llamar por teléfono para reservar los boletos, con solo dar el nombre
de la persona y sin ningún costo extra. La única condición
es llegar 30 minutos antes del inicio de la película para que respeten
la reservación, muy lógico, y sin hacer cola, solamente acercarse
a la ventanilla para pedir los boletos reservados, ¡fantástico!
Las 6 salas de cine cuentan con asientos ultra
cómodos, reclinables, y lo mejor de todo, con filas escalonadas
en las que es totalmente imposible que el de adelante te tape la visión,
aunque lleve peinado afro. Algo muy importante es que todos los empleados
de estas salas de cine, son muy amables y se vé que han sido entrenados
con la idea de servir al cliente porque a fin de cuentas de ahí
sale su sueldo. Cuando se dan cuenta que uno lleva muchas golosinas
y refrescos, le ayudan amablemente, etc.
Las películas normalmente inician a tiempo
y lo que ha causado gran aceptación entre la gente es que no hay
intermedio. Esto resulta muy cómodo porque las películas
no están hechas para ponerles intermedio y siempre el "cácaro"
le corta en el momento más emocionante, además, en
la última función, puede uno salir un poco más temprano
que si hubiera los 15 minutos de intermedio.
La acústica es bastante buena y la visibilidad,
como dije y exceptuando las 3 ó 4 primeras filas en que te dá
tortícolis si te sientas ahí, es excelente.
Bien por estos cines.