¿Todo por la belleza?
Cuántas veces
hemos oído la famosa frase "Todo sea por la belleza" cuando alguien
hace un sacrifico, a veces hasta doloroso, por verse bien o por efectuar algún
cambio en su persona, pero lo importante y lo que vamos a criticar aquí, no es
esto, sino las exageraciones.
Yo estoy de acuerdo en que debemos cuidar nuestra
apariencia lo más posible y dentro de los límites de lo razonable, peeeero hay
cosas que hacen algunas personas por su físico, que rayan en lo ridículo, es más,
que son un atentado contra el prójimo.
Cualquier cosa en pro de la belleza es válida siempre y
cuando se vea natural, lo más discreta posible, ¿sí o no?
Por eso, señoras
y señores, aquí voy a mencionar mis ridículos favoritos y, para comenzar, le
otorgo el primerísimo lugar aaaaa.... ¡los calvos que se prestan pelo!, ¡¡¡ssssiiiiiii!!!,
los adoro. Y, ¿qué es eso de prestarse pelo?, dirán algunos..., pues la gente
que se presta pelo son aquellos señores, obviamente calvos del techo, pero que
todavía les queda algo de pelito en los lados de la cabeza y se lo dejan crecer
largo, largo, para poder subirlo sobre su calva y pegárselo con gel o yo no sé
con qué. Siempre, desde mi infancia, me ha perseguido la misma pregunta,
¿qué pasa cuando los que se prestan pelo se meten a nadar?, ¿les cuelga la
"melena" de un solo lado? Y, mientras escribo esto, otra duda me
asalta: ¿creerán que pegándose así el pelo los demás no nos vamos a dar
cuenta que son calvos?, de verdad que hay algunos que parece que se asentaron un
pedazo de queso Oaxaca deshebrado encima.
Y hablando de calvos, hay otra clase, la de aquellos señores
que quieren compensar la calvicie de la cabeza con una barba descomunal, o mucho
peor aún, ¡con una cola de caballo!
Es una ley, el grado de calvicie es inversamente
proporcional al largo de la "cola de caballo" o al espesor de la
barba; la idea que me dan estos señores es que quieren que pensemos en ellos
como si estuvieran boca abajo, es decir, si nosotros nos ponemos de cabeza, les
veremos pelo en la tapa de los sesos, ¿será? Por favor señores, simplemente
acepten la idea de que el pelo ya se fue para nunca más volver y dejen de hacer
tantas maromas por ello, ¿no dicen por ahí que los calvos son más
potentes?...quién sabe...
Bueno, el segundo lugar en la enooorme lista de
ridiculeces en pro de la belleza, se lo llevan aquellas personas que ¡zaz! de
la noche a la mañana ya tienen los ojos verdes o azules con la ayuda de lentes
de contacto. Es increíble, porque a veces llevamos toda una vida
conociendo a la persona con sus ojos color charco espeso y de pronto, ¡toma!
nos quiere hacer creer que nació con el ojo claro, ¿qué es eso?, ademas, los
dichosos pupilentes que te cambian el color del ojo, se ven tan antinaturales,
que lo que pareces es invidente. La única manera en que alguien pudiera
engañar con unos ojos claros, es si de pronto se cambia de ciudad o de país y,
ahí si, donde nadie lo conoce esgrime su complejo de "ario" y pasa
como "ojiazul".
Y pensando y
escribiendo sobre ésta rara especie, inmediatamente pienso en las chamacas (y
ahora también muchos chamacos) que se han operado la nariz, no de una manera
discreta, porque para qué mas que la verdad que hay algunas narices
horripilantes que sí merecen una arregladita. Me refiero a aquellas
personas que tienen la nariz de águila calva y de pronto se operan y se la
dejan de "puerquito" ¿cómo se atreven?, para operarse la nariz, la
mayoría de los doctores, los serios y profesionales, hacen un estudio y
aconsejan al paciente cuál es la forma de nariz que mejor quedaría con sus
facciones, pero no, la gente a veces es necia. Existe la tonta creencia
que la nariz, mientras más respingada, más bonita y hay quienes la piden tan
"paradita" (la nariz ¿eh?) que hasta el labio les levantan y todo el
tiempo nos están enseñando los dientes. Hay caras tan operadas que
parecen máscaras. Moderación, por favor...
Uy, uy, uy, ya se me estaban olvidando éstas que merecen
no el primer lugar, sino ¡la mención honorífica!... ¡las güeras que se
pintan las raíces de negro!, ¡mis chulas!, vuelvo a lo mismo, ¿será que
pensarán que nadie se va a dar cuenta que nacieron con el pelo color "común
y corriente"? Señoritas, por favor, la época de "la rubia que todos
quieren" ya pasó, es más, ahí tienen a Cindy, a Salma, a Jennifer y a
muchas otras carcajeándose de las güeritas; pero si aún así deciden pintarse
su pelito de rubio, cuando menos sigan algunas reglas básicas, como por
ejemplo, pintarse también sus cejas. Por lo general, las rubias naturales
tienen toooodo el pelo de tooooodo el cuerpo del mismo color, así que lo más
elemental es teñirse cuando menos el que se vé, ¿no creen?, aahh y casi me
olvido, el pintarse el pelo de güero, las debería de obligar, por ley, a darle
mantenimeinto a sus raicitas negras porque no hay nada más feo que el pelo
"bicolor".
Pues ahora
pasemos a otro rubro. El de aquellas personas que quieren
presumirnos todas sus joya, ¡pero al mismo tiempo! y se llenan todos los dedos
de anillos, 3 ó 4 en cada uno y además ni siquiera ligados entre sí, como
dicen los chavos de ahora, "nada que ver"; todo el antebrazo lleno de
pulseritas de todos tamaños y estilos que no dejan que se aprecie ni una sola,
¿será complejo de arbolito de navidad? Yo creo que si, porque ahora que están
de moda las "aplicaciones" en las uñas, también se las ponen, pero
en todas, sino no tiene chiste, eso sin olvidar las orejas con 3 aretes cada
una. Y no puedo dejar de mencionar a aquellos señores que se ponen una
esclava y una cadena tan gruesa que dá risa, de boxeador; creen que entre más
gruesa sea, nos mostrarán que son más ricos (trompetilla), guácala.
Y a ver, ¿qué me dicen de los señores que se dejan la
uña del dedo meñique larga?, eso solamente me da una idea, que lo hacen para
sacarse el moco o la cerilla del oído, sino es para eso, por favor oriéntenme
con ideas porque no se me ocurre ninguna más; por eso, cuando veo a algún señor
con la uñita larga, ¡ni la mano le doy! ¡fó!
Y bueno, ya que estamos hablando de los señores, pues
abordemos el tema de las "calzoneras" (trajes de baño para los foráneos)
¡me encantan!
Mis favoritos son aquellos señores que quieren seguirse
poniendo su calzonera talla 32 que usaron en la luna de miel, hace 25 años,
cuando su talla actual es la 40. Son fabulosos porque por adelante les
cuelga la panza cervecera monumental y por atrás, con todas sus
"pompis" planas, siempre se les alcanza a ver un pedacito de la
rayita; híjole, me dan pena ajena y además agreden nuestras pupilas.
En fin señoras y señores, dejémos los aretes en el
ombligo, los anillos en los dedos del pié, los tatuajes, los mechones rojos y
todas esas modernidades, única y exclusivamente para los chavos que están en
la edad de ponerse todo y de todos modos se van a ver bien; dejen de hacer
ridiculeces y dedíquense mejor a sacarle partido a lo que tienen, a cultivar la
personalidad y a no agredir al prójimo con sus inventos. He dicho...